Seguramente has escuchado alguna vez (en alguna película, por ejemplo) que una empresa no es solvente o que alguien se quedó sin liquidez pero si, como muchos, no sabes qué es la solvencia y la liquidez financiera, sigue leyendo; aquí te explicamos qué son, cómo funcionan y por qué son tan importantes.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es que las corporaciones hacen sus proyecciones a futuro? Lo hacen utilizando una valiosa herramienta llamada análisis financiero. Este es un estudio e interpretación de la información financiera preparada por un individuo o la administración de una organización, empresa o corporación ya sea pública o privada.
Dentro del análisis financiero, existen diversos indicadores que son calculados y empleados para evaluar el desempeño e intentar diagnosticar la situación actual de cualquier negocio o corporación y en su caso, proyectar su desempeño en el futuro.
Por otro lado, es conveniente precisar que el análisis financiero generalmente es llevado a cabo por parte de grupos de interés (stakeholders) o agentes, ya sea de tipo interno o externos.
Los agentes/grupos de interés internos son representados principalmente por los individuos a cargo de la administración de la organización quienes se apoyan en el análisis financiero para mejorar la gestión de la empresa ya sea corrigiendo desequilibrios, prevenir riesgos o aprovechar oportunidades.
En tanto que los grupos de interés/agentes externos, representados por clientes, proveedores, posibles inversores, reguladores o autoridades fiscales, se apoyan en el análisis financiero para conocer la situación actual de la empresa y su posible tendencia futura y en consecuencia tomar decisiones de inversión, financiamiento y evaluar su calidad crediticia.
En este sentido, existen dos indicadores sencillos, básicos y susceptibles de considerar: La Solvencia y la Liquidez. Veamos la diferencia entre una y la otra.
¿Qué es la liquidez financiera?
La liquidez es la capacidad que tienen los diferentes activos que se muestran en el Balance General de la empresa, para convertirse o traducirse fácilmente en efectivo (dinero) a corto plazo. Frecuentemente suelen ser plazos menores a un año.
En pocas palabras, la liquidez se define como la facilidad con la que los activos pueden convertirse en efectivo.
Una explicación adicional es que la liquidez refleja la capacidad de la empresa para movilizar sus diferentes activos, tales como las cuentas por cobrar, inventarios, equipo de transporte, maquinaria, terrenos, etc., y convertirlos en efectivo a corto plazo; con objetivo de utilizarlos o destinarlos para financiar su operación diaria y cubrir sus obligaciones de pago de deudas u obligaciones a corto plazo. Estas pueden ser representadas por las cuentas por pagar a proveedores, acreedores, financiamientos bancarios, etc. y estar en posibilidad de reaccionar o atender rápidamente a las cambiantes condiciones del mercado.
Fórmula de liquidez
La razón financiera, o ratio financiero, que nos permite medir o valorar la razón de liquidez es:
Razón de Liquidez = Activo circulante o corriente o a corto plazo / Pasivo circulante o corriente o a corto plazo.
Esta razón financiera o “ratio” representa la capacidad que tiene la empresa para disponer en un momento dado de efectivo y estar en posibilidad de pagar o hacer frente a sus obligaciones a corto plazo. Por lo tanto, aunque tengamos muchos bienes y recursos, si no tenemos facilidades para convertirlos en efectivo para pagar las obligaciones, no tenemos liquidez.
La interpretación de la razón de liquidez para fines prácticos es que, si el resultado de la misma es mayor a 1.00, significa que existen más activos circulantes/corrientes/a corto plazo que pasivos circulantes/corrientes/a corto plazo, entonces nos encontramos en la posibilidad de hacer frente a las obligaciones de pago de corto plazo.
En caso de que el resultado sea menor a 1.00, esto significa que el activo de corto plazo es menor que el pasivo corriente y en consecuencia existe un alto riesgo de no poder hacer frente, honrar o cubrir sus obligaciones de pago a corto plazo.
¿Qué es la solvencia?
La solvencia se define como la capacidad de un individuo o empresa para atender sus compromisos de pago a largo plazo, que por convención práctica suelen ser a plazos mayores de un año, es decir, contar con capacidad de pago para cubrir sus deudas a largo plazo.
El comprender qué es la solvencia, permite conocer la capacidad de la empresa para cumplir el pago de sus deudas a lo largo del tiempo. Se refiere a la imagen crediticia general del negocio:
Razón/Ratio de solvencia = Activo Total / Pasivo Total
En donde:
Activo Total = Activo corriente/circulante/de corto plazo + Activo no corriente/No circulante/de largo plazo
Pasivo Total = Pasivo Corriente/circulante/de corto plazo + Pasivo no corriente/No circulante/de largo plazo
El valor “óptimo” para fines “prácticos” de la razón/ratio de solvencia, se establece en torno al 1.50, dependiendo de la industria o sector que se trate, de forma que:
Si el resultado es inferior a 1.50, se interpretaría como que el nivel de solvencia de la entidad no es suficiente. En consecuencia, entre más bajo resulte su valor, más desconfianza podría generar en los grupos de interés (stakeholders) tales como proveedores o posibles acreedores.
En caso contrario, si el resultado es superior a 1.50, significa que la empresa es capaz de generar o difundir mayor confianza a los proveedores y acreedores, ya que contará con mayores recursos económicos para hacer frente a sus obligaciones de largo plazo.
Lo anterior, también podría interpretarse/denotar o poner en tela de juicio que en la empresa no existe una combinación rentable de los diversos activos con los que dispone y en consecuencia, podría inferirse o interpretarse que existe un exceso de activos improductivos lo cual no es conveniente ni recomendable.
Si todavía tienes dudas sobre qué es la solvencia y la liquidez financiera, te invitamos a ver este video.